Luis Eduardo Benavides - "El Dolor, Ese Que No Tiene Nombre, Te Puede Dar Propósito"

Luis Eduardo Benavides - "El Dolor, Ese Que No Tiene Nombre, Te Puede Dar Propósito"

19 de feb de 2025

En este episodio de 'Los Hombres Sí Lloran', Juan Pablo Raba dialoga con Luis Eduardo Benavides, abordando el impacto emocional de una crisis personal, y cómo encontrar fortaleza en los momentos más difíciles. El episodio explora los estigmas alrededor de la salud mental, mostrando la importancia de la búsqueda de ayuda y el poder de la vulnerabilidad.

Capítulos

Introducción al podcast y la historia de Luis Eduardo

El episodio inicia con Juan Pablo Raba presentando el espacio como un lugar seguro para tratar temas de salud mental. Luis Eduardo Benavides comparte su historia personal de pérdida, al relatar el accidente trágico en el que perdió a su hija Daniela Benavides.

El impacto emocional de la pérdida

Luis Eduardo describe el dolor profundo de perder a un hijo y cómo este evento afectó su vida personal y profesional, llevándolo a una crisis emocional y económica.

El proceso de duelo y recuperación

Luis revela cómo el proceso de duelo duró tres años de llanto y desconexión de la realidad. Habla sobre la importancia de sus otros hijos en su proceso de recuperación y de cómo encontró fuerzas en la fe, a través del apoyo de amigos y el autoanálisis.

Reconstrucción personal desde el amor

Después de la tragedia, Luis Eduardo se enfoca en reconstruir su vida y encuentra su propósito en ayudar a otros a través de su experiencia, adoptando una nueva forma de vida centrada en el amor y en mantener una actitud positiva.

Lecciones aprendidas y nuevos comienzos

Reflexiona sobre las lecciones aprendidas en el camino de la superación personal, destacando la importancia de vivir en el presente y del desapego material. Luis Eduardo comparte cómo ha encontrado una nueva perspectiva de vida más equilibrada y liviana.

Conclusión

El episodio concluye con un mensaje de esperanza y la importancia de buscar ayuda emocional. Luis Eduardo Benavides subraya la fortaleza en la vulnerabilidad y la utilidad de convertir el dolor en una oportunidad para aprender y crecer. Los recursos ofrecidos por Celia son mencionados como un apoyo adicional para aquellos que buscan bienestar emocional.

Menciones

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               Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a Celia, plataforma líder en Latinoamérica para el cuidado de la salud mental y el bienestar emocional, te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal mientras yo navego por una crisis de mediana edad y comparto el impacto que ha tenido en mi bienestar emocional. Junto a Celia, cada miércoles traeremos conversaciones sinceras con amigos extraordinarios y entrevistas con expertos que nos ofrecerán consejos prácticos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y buscar ayuda. Los hombres y llora, donde la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza. Luis, querido, en primer lugar, gracias por estar acá. Gracias a usted, Juan. Muchas gracias. Lo aprecio, lo aprecio mucho. Para mí el tiempo es lo más valioso que tenemos. Estoy seguro que concuerdas con eso. Sí. Yo realmente aprecio, aprecio muchísimo, muchísimo, muchísimo que tengan la disponibilidad y disposición, digamos, organizen su día mis invitados para venir aquí a conversar con este personal. No, me encanta, me encanta. Además, he visto mucho su programa y me parece espectacular. Creo que lo que está haciendo le toca mucho el corazón a la gente y yo creo que los manes necesitamos eso cierto sea si incluso los hombres y las mujeres incluso también todo el mundo necesita palabras de apoyo palabras como como no sentirse tan solo en este tránsito porque irremediablemente la vida se pone se nos pone dura de muchas formas diferentes y hemos tenido personas de todo tipo, digamos, y realmente hay unos puntos en común que se parecen mucho una forma u otra. Pero bueno, lo cierto es que a través de un amigo en común, que está por ahí sentado, gracias Barito, él me habló de ti, pero es que yo conocía, no te conocía a ti, pero conocía una parte de tu historia muy de cerca, porque a mí esa parte me impactó mucho. A mí me impactó y es algo que esas cosas como que me han acompañado en mi memoria. por lo trágico de la situación, por el dolor, por lo que sea, yo no soy quien para personarme esas sensaciones, pero sabes que hay historias que a uno como que se le quedan y a uno como que las recuerda permanentemente. En el momento que Álvaro me comentó que te conocía, le dije es que yo conozco esa historia perfectamente. Entonces, pues, nos podemos después meter, si es que quieres, porque no tienes además por qué contar esa historia, pero en primer lugar quiero que nos cuentes un poquito de quién eres tú, a qué te dedicas, lo que tú quieres compartir. Bueno, mi nombre es Luis Eduardo Benavides, me dicen Lucho, pues he sido una persona realmente muy feliz, tuve un momento muy trágico en mi vida hace nueve años. Mi hija Daniela Benavides, mi Dani, tuvo un accidente en Key Biscayne, en un carro un primero de enero a las seis de la mañana, iba con dos peladitos, un venezolano y otro. Pues tuvieron un accidente en un carro y se me fue de mi gorda, se me fue de mi gorda el primero de enero del 2016. Pues es como si la vida se le cambiara a uno completamente, desde todo punto de vista, es una historia, yo no estaba con ella, ella estaba con su mamá, que es Juanita, que para mí es la mujer más valiente que yo he conocido en mi vida, es una campeona mi ex señora, Juana, una campeona de vida. hija y Ana, mi segunda señora. Y pues, o sea, digamos que si uno piensa en el momento más trágico de mi vida fue esa llamada que incluso la tengo como borrada, ¿no? Como que trato de no acordarme. Es más, ni siquiera fui nunca a ver dónde ha sido el accidente. Sé más o menos dónde es ahí en Quibisquén, pero no he sido capaz. No he sido capaz de pasar por ahí, o que seguramente he pasado diez veces, pero no quiero llegar y pues fue una cosa que yo no puedo ni explicar, es un dolor que, o sea, es increíble, eso es un dolor en el corazón, en el alma, es una situación donde uno no entiende nada, yo quedé como choqueado, yo sé que me montaron un avión, me llevaron para Miami, yo no tenía ni idea, sé que llegué allá a la casa de Juana y estaba, pues ni me acuerdo, si me entiendo, o sea es un dolor muy bravo, un momento demasiado duro en mi vida, muy, muy, muy duro en mi vida. Y uno se preocupa en la vida por tantas maricadas, le pone un problema a todo, uno todo supone, cree que van a pasar una cantidad de vainas y realmente no pasa un culo, nunca pasa nada. Esto sí es un golpe, un golpe de vida. nunca pasa nada, esto es un golpe, un golpe de vida, y yo estaba pensando cuando me invitaron aquí a su programa Juan, yo decía, yo por lo menos yo sí le puedo garantizar que el que más ha llorado de los que ha venidoé tres años, socio, tres años seguidos. Tenía... después nos vinimos para Bogotá y Daniela... Daniela le fascinaba el atardecer, era su vida, o sea, ella se moría por los atardeceres. Cuando estábamos juntos de pronto decía, pa, ya vengo a ir a ver el atardecer. Y el atardecer pues tenía un pues tiene un significado muy pues muy importante, siempre la había tenido, o sea mi gorda era pues todo uno me dice, o sea, ella era yo en mujer, claro bonita, eso si era bonita eso si menos mal no se parecía al papá, pero si se parecía físicamente su forma de ser era idéntica, o sea yo me sentaba a hablar con ella, era una partner y era como si estuviera, o sea reaccionaba igual que yo, todo tranquilo, relájate, o sea una mujer espectacular, o sea la adoraban sus amigos, era una mujer fuera de serie. era una mujer fuera de serie. Entonces fueron tres años llorando, tres años como que yo estaba en otro mundo, yo duré tres años por fuera de la vida, yo no, sé que me levantaba a las cinco de la mañana y decía, bueno, tengo que trabajar, tengo que, pero la verdad era un imbécil, o sea, no tenía cabeza para nada, me iba por las tardes, en esa época era enero en Bogotá, antes había como sol, entonces alcanzaba a ver medio el atardecer, me iba todas las tardes a oír canciones, entonces unas canciones de Justin Bieber que le encantaban, la gloria de Dios, y llore, y llore, y llore, y llore, y no pare de llore, y llore, y llore, y llore, y no pare de llorar, y llore. Uy, hijo de puta, muy bravo, muy, muy, muy, muy bravo. Una vaina muy, que es sin palabras, o sea, yo no puedo explicar eso, y yo, pues cuando todo el mundo me mira, siempre me miran, le hacen a uno como así, y uno dice, marico, o sea, yo lo único que les digo tranquilo es que no les va a pasar, porque, o sea, es un golpe que les digo tranquilos que no les va a pasar. Porque, o sea, es un golpe tan bravo que no tiene ni nombre. O sea, usted es huérfano, usted es viudo, usted es lo que sea, pero cuando uno pierde un hijo, ni siquiera le ponen un nombre a eso. Claro. Entonces es... No va a pasar. Pero no lo había pensado. No hay nombre para eso. No hay nombre para eso. No lo han puesto. Entonces... Así será de fuerte es es como si arrancaron hasta el corazón de la vida es una vaina es inexplicable es un dolor que uno no puede explicar es una tristeza y, pues a usted se le va la cabeza, se le va todo. O sea, usted no tiene ya cabeza para nada. O sea, uno como que vive... A mí me preguntaban, ¿y usted pensó en suicidarse? Y yo le dije, no, es que yo ni siquiera pensaba en eso. O sea, es que yo ni siquiera pensaba si me quería morir o no me quería morir. Yo trataba de andar, yo andaba por ahí como un loquito y caminaba ahí. Y yo no sabía nada de la vida. Y pues ahora estoy muy valiente, nueve años después que me lastiro de valiente, que ya puedo hablar del tema. Pero fueron unos años, pues digamos que llenos de aprendizaje también, de empezar a entender que no es que por qué me pasó, sino como para qué, cuál era el mensaje que había, qué era lo que estaba. Y empieza uno a ver eso, pero después de mucho tiempo, ¿no? Porque es que además todo se desbarata, es impresionante. ¿Qué se desbarató? ¿Cómo cambia la vida, Además de lo obvio, además de la ausencia, ¿cómo cambia la vida? Sí, todo, o sea por ejemplo mi ex Ana, la mamá de Antonia que era mi segunda señora nos separamos pero pues es que lo que he visto es que las parejas que son papá y mamá directos se separan el 80 o el 90% de las personas que piden un hijo, o sea, todos se separan, entonces imagínense la probabilidad que tenía yo que siguiera mi matrimonio con mi ex señora, que es una belleza, una bacana, todo, pero pues es que, pues claro que le daba mucha tristeza porque era mi hija y pues también duró mucho tiempo con ella, pero pues no era su hija tampoco, entonces eso se vuelve una bola de nieve porque todo se termina destruyendo y yo después de muchos análisis he tratado de entender por qué es, y es que obviamente usted se desconecta y su carga emocional y todo se le va para la mierda, o sea, usted se va para la oscuridad total y pues obviamente se me acabó el matrimonio yo o sea yo hacía trading con al con álvaro y con todos tenía un combo de amigos unos amigos divinos que tengo y hacíamos trading o sea tres días vamos en bolsa pues marica no usted no se imagina lo animal que era pues yo empecé a trellear como al mes y no hacía sino perder plata como loco. Y dije, no, ya no, me toca parar. No voy a comer los ahorros, esto no me importa, pero nos fuimos. O sea, yo no puedo hacer eso. Ese era tu trabajo, tú te dedicabas a la bolsa. A la bolsa, sí. Entonces, pues obviamente llega todo, se me acaba mi matrimonio, me como todos los ahorros y dice uno, marica, yo me pedí una cruzada y digamos que lo único que como que me daba fuerza pues obviamente fue Santonia y Felipe que decía independiente de lo que sea pues yo tengo que volver a salir adelante porque me quedaron mis otros dos hijos ¿Y cómo era tu relación con ellos? La relación es divina, absolutamente divina. ¿Pero pudiste mantener, digamos, eso a través del dolor? O sea, digamos que lo único que tenía absolutamente claro era que todos los días de la vida les tenía o les quería decir que los amaba. Y eso hacía. Y pues obviamente los pelados, me digo, un momento, usted a los cinco años, mi amor, ¿sabes que te amo? Pues obviamente les da risa, ok, ok, tranquilo. Pero a mí no me importa, y lo hago siempre porque la vida es tan... O sea, lo más importante de la vida uno siempre lo tiene al lado. Al lado. Y todos tenemos en la vida que todo está descontado. O sea, uno tiene su esposa, primero pues solamente los hijos, primero después su mujer, su esposa, su pareja, como lo quieran llamar, su familia, su mamá, bueno... pero los hijos son, para mí son todo, o sea, para mí mis hijos son todo y algo que sí aprendí después del coñazo es que yo todos los días, de alguna manera les tengo que decir que los amo y que me muero por ellos y que son mi vida de alguna manera les tengo que decir que los amo y que me muero por ellos y que son mi vida y eso lo tiene uno descontado uno como que si se van, volvieron y por qué hicieron pero a uno se le olvida decirle a los hijos todos los días a veces se le olvida porque está descontado lo tiene uno descontado en la vida no es que están ahí, está descontado pues si, díganles todos los días de la vida que se muere de amor por ellos y que los quiere porque es que realmente son todo en la vida y es y es realmente un cambio en la forma de ver todos a yo mi vida cambió completamente en todo el sentido de la palabra pues usted se podrá imaginar tenía la señora perfecta los hijos perfectos me iba divino en bolsa pues todo lo que quiera y de pronto usted dice si era eso después de un esto si era para eso o sea si valía la pena tanto trabajo tanto esfuerzo tanta tanto ego tanta competencia tanta tanta vida no sé qué sea si me entiende y para qué si me entiende ya usted pues dice tanta para que cuando nos realiza cuenta que lo más importante de la vida lo tienes al lado y los mejores momentos de la vida no los compró al lado y los mejores momentos de la vida no los compró uno con plata los mejores momentos de la vida de los que no se acuerda siempre es con la gente que uno quiere con sus hijos con su familia tenerlos al lado y para eso no hay que pagar eso está ahí y uno lo tiene descontado completamente descontado cree que es por default y se levantó uno por la mañana y están mirando ahora que trade voy a hacer qué negocio voy a hacer maricas están hasta jodidísima me quiero cambiar el carro no marica no y se llena uno de maricas la cabeza para que ¿para qué? Si lo mejor está ahí al lado. Entonces, pues claramente el coñazo más grande de tu vida. Uf. ¿Te divorcias? Sí. Me defaulteo, me quedo sin un peso. El trabajo. Me reviento. ¿Cómo se levanta uno de esos? O sea, es que te dio por todos lados. Sí, yo siempre tenía el cuento de cuando estaba uno en el colegio que había un man que pasaba algo y llegaba el grande y le daban la jeta y después pasaba el mediano y el más chiquitico llegaba y le metía el último patadón a usted eso pasa en la vida y uno dice porque cuando llegan las malas llegan todas llegan todas yo decía digamos desde el tema del corazón pues obviamente con lo de Dani, pues el resto, pues ya, pues sí, marica, ya uno ese corazón no tiene blindado, digamos, ya eso se vuelve, sí, que se separó y que se quedó sin familia, pues puta, qué tristeza tan puta, sí, pero va uno, o sea, eso es del dolor de la muerte de un hijo, pues yo no sé o sea, un momento en que yo digamos que yo siempre he tenido muy buena actitud y siempre he sido, yo he sido una persona muy feliz, siempre y yo me acuerdo que yo pensaba en la cabeza cuando me levantaba y decía, uy, le quitaron la risita, ¿no? mucha risa mucha risita le quitaron la risita, ¿no, huevón? Mucha risa, mucha risa. Le quitaron la risita, huevón. Y salía yo de la ducha y decía, marica, no me voy a dejar quitar esta risa por nada. Entonces cuando usted llega a un punto donde ah, bueno, empecé con un tema de fundaciones, entonces estuve con Cristina Plazas, que es una amiga mía que quiero muchísimo es una belleza la adoro y fuimos a pues yo quería ya estar en esta familia yo me la pasaba eran fundaciones en todos lados o sea yo quería ayudar no quería más me fui con mi hijo para Guajira estuvimos allá dando o sea pero solamente era de dar que fue la reacción que yo tuve, dar, dar, dar, dar. Me acuerdo un día que estaba almorzando con un amigo y llega y me dice, no, divino todo lo de la fundación y todo, Lucho, pero huevón y con qué va a comer. Y yo como que no entendía, ¿sí me entiendes? Hasta que llega el punto donde uno ya llega a esa oscuridad, porque esa es una oscuridad. La oscuridad es que ni la sombra, o sea, no hay ni sombra. Está oscuro todo. Cuando usted dice, ya se me murió mi hija, se me acabó mi matrimonio, se me volví mierda, me quedé sin plata, o sea, todo. Usted dice, ¿y ahora? ¿Y ahora qué? Entonces empieza uno pues, esto es matemáticas o sea cuando usted tiene cero, por el número que le dé, le va a dar cero entonces yo no tengo nada que perder marica, yo ya estoy vuelto mierda yo ya no tengo nada que perder, o sea, pues perder de económico y de vida yo tengo que salir adelante o sea, yo tengo que salir adelante. O sea, yo tengo que volver a construirme y la forma para construirme tiene que ser desde el corazón, desde el amor, porque yo no sé si conoces a María Elvira Pombo, que es una belleza de loca, que es una amiga mía que me cuidó, recién me pasó lo de Dani, ella es divina, es amiga mía de la universidad y tiene algo de los ángeles, recién me pasó lo de Dani ella tiene unas ideas divinas, amiga mía de la universidad y tiene algo de los ángeles que es una mujer espectacular y yo básicamente me fui a vivir allá ella volvió mi coach, mi todo y entonces pues hablaba y hablaba y hablaba con ella y hice un curso entonces el curso era de ángeles y no sé qué, estuve allá y me dio un cuadernito ahí, que incluso salió el logo de la marca de Vena, salía que todo lo que decía yo es que voy a hacerlo desde el amor, voy a salir adelante desde el amor, voy a volver a construir desde el amor y no sé qué, y entonces lo leo y digo, marica, pero es que ahí es donde está el sentido, o sea, usted lo escribe, y no sé qué, y entonces lo leo y digo, marica, pero es que ahí es donde está el sentido, o sea, usted lo escribe, pero tiene que aplicarlo, o sea, entra a la acción, aplíquelo. ¿Cómo volver el dolor y construir desde el amor? O sea, el dolor que se vuelva amor, o sea, esta conexión tiene que ser directa, de corazón a cerebro, o sea, entonces con ese dolor y esa tristeza, empieza a construir desde el amor. Y arranque desde ahí lo que le guste hacer, lo que sea. Pero mándese y arranque. Pero me demoré más. ¡Uy, hijo de puta! ¡No, marica! Yo le digo, casi no. ¡No, hijo de madre! Como que no fluye y después decía es que el tema termina fluyendo es cuando uno encuentra realmente encuentra uno el verdadero propósito así decía pues mi propósito al final después de toda esta lora es pues yo hablo mucho con mis amigos y obviamente cuando yo les hablo les calo mucho en el corazón porque pues conocen la historia mía y dicen, ya este hijueputa, y yo quejándome por tres maricadas y yo amargado. Entonces claro, me siento con ellos y hablo y ellos dicen, marica. Entonces dije, qué delicia, ya tengo un propósito. O sea, el propósito es poder hablar con la gente y decirle, marica, la vida no se acabó, siempre hay una luz, al final sale la luz, siempre y cuando uno lo haga desde acá, y así se vuelve uno a reconstruir, estoy en eso, no, no vas a querer que salí adelante ya, estoy en mi proceso. ¿Cuál fue el día más duro? ¿Algún día que recuerdes que hayas dicho, uy no? Uy marica, me pasó una vaina. Cuando pasó el accidente entonces nos devolvimos para Bogotá y a mí pues yo como andaba por ahí no sabía ni qué hacer, me dio por mandar arreglar los pisos, loco, otra vez un carpintero de arreglar pisos y no sé qué. Entonces nos fuimos a vivir a una casa ahí al lado, mientras arreglaba la casa, me subía al cuarto que tenía ahí en mi mesita de noche, iba a sacar, no sé, puede ser el pasaporte, cualquier cosa. Y veo una carta, manica, que yo digo que, o sea, no hay ninguna explicación porque yo le pregunté a Ana si alguien la había puesto ahí y nadie la puso, o sea, era como si lo hubieran puesto, pero era la carta que me había hecho Daniela seis meses antes, el del Día del Padre, y entonces está la carta ahí, la carta acá, puesta, pero perfecta, o sea, perfecta, la carta perfecta. Y yo, pues marica, yo me volví mierda, porque es que además, pues ella me decía lo que le escriben a uno normal, que lo adoran, que tú eres mi partner, que no sé qué. Pero al lado de la carta, como en los bordecitos de la carta, puso la canción, un pedazo de la letra de la canción que decía Pero yo te pido que me prometas, ¿había esa canción? Que nunca me vas a dejar de amar. Y la llenó por todos lados. Marica, yo todavía oigo esa canción y lloro. Oigo, pero como de agradecimiento y de felicidad, cuando me transformo con esa canción bonito, pero digamos desde el recuerdo de la historia, del amor, de lo que significaba mi gorda para mí, y pues nada, significaba mi gorda para mí. Y pues nada, es una, es un dolor tan bravo que se vuelve como una herida. Claro. Una herida como que se abre, se cierra, se abre, pero pues cada día va sanando más. Pucha. Me han propuesto varias veces que le cambie el nombre a este programa por Juan Pablo si llora. Qué rico.Qué delicia! No, parce, qué fuerte. Es que lo que yo te digo, es que ya a mí la historia me tocó mucho, me tocó muchas fibras por muchas razones, pero oírte hablar es muy impresionante. una empresa tuviste que hablar con esa interesa y con ese con ese valor y con esa con esa no es resignación es aceptación y ese agradecimiento y pues pucha resiliencia mucho mucha resiliencia ¿tuviste ayuda terapéutica? ¿tuviste acompañamiento? María Elvira Pombo ella te acompañó sí estuve con otras con otras dos personas al principio pero no me podía conectar. ¿Qué hizo que conectaras con ella? Pues claramente había una gran amistad. Sí, éramos amigos hace mucho tiempo y no sé, yo creo que fue como la confianza que nos tenemos. Me hablaba bonito, me animaba mucho, yo creo, me daba mucha fuerza para volver a arrancar. Una fuerza que necesitaba era como para volver a levantarme de la cama, marica, porque no era ni siquiera para mirar a ver qué iba a hacer con mi vida, era solamente levántese. Y lo hice. Yo no me quedaba en la casa. Cinco de la mañana me bañaba, tenía que llevar a Antonio al Nueva Granada, vivíamos por allá en San Simón, en la mierda, y la llevaba al colegio, y obviamente teníamos que salir a las cinco y media de la mañana de la casa, y yo me bañaba y me importaba un culo, me voy allá a ver qué, pero no me quedaba. O sea, luchando, luchando por uno. ¿De dónde viene ese espíritu? ¿Naciste con ese espíritu o lo viste? ¿Tus padres, tus abuelos? ¿Quién tiene ese espíritu tan bonito y tan luchando, luchando por uno. ¿De dónde viene ese espíritu? ¿Naciste con ese espíritu o lo viste? ¿Tus padres, tus abuelos? ¿Quién tiene ese espíritu tan bonito y tan luchador? Mi abuelo lo tuvo, mi abuelo, Luis Eduardo Caicedo, un tipo de una entereza y un espíritu increíble. Yo lo amo, a mi papá murió también y lo amo a todos, pero para mí fue como un ejemplo de vida de volver a construirse y arrancar. Y le daban y volvía y se paraba. Ese man hizo el primer blue jean en Colombia. Los jeans Legli son de mi abuelo. Él es el fundador de esa compañía. Y le daban y se rentaba y volvía. Luis Eduardo, de ahí viene el Legli, Luis Eduardo Caicedo. Luis Eduardo Caicedo. Parce, mi usted. Sí, sí. Ese es mi abuelo. Y yo también he sido una persona de muy buena actitud siempre, o sea, siempre me la peleo, o sea, no me pues cometo unos cien mil errores, pero no me entrego le doy, le doy, le doy pero esta me ha costado ahí voy, pero esta esto si ha sido una vaina muy botuta o sea, esto no era como la vida y que de una vez arranque, no pero esta me ha costado, ahí voy, pero esto sí ha sido una vaina muy botuta, o sea, esto no era como la vida y que de una vez arranque, no, estoy hablando nueve años después de socio, nueve años, debida de darme, de darme, y pararse y hágale. ¿Hay aprendizajes? Uy sí, muchos, sobre todo que cuando uno empieza a analizar y pues empieza uno a ver la vida de otra manera, que era lo que les estaba diciendo, y ya no me pregunto por qué, sino para qué. Y después de este tiempo me di cuenta que el para qué era una sola cosa, el para qué era para enseñarme que la vida no era la que yo estaba llevando, si yo estuviera creyendo que era la vida que uno debía tener, ¿sí me entiende? Porque a nosotros de chiquitos nos cogen y nos dicen, bueno, huevón, tiene que estudiar, tiene que salir de la universidad, tiene que ponerse a trabajar, tiene que casarse, tener hijos y hacer billete porque después de viejo se lo llevo y ya uno se va con ese chip, ¿no? Yo tuve la fortuna que como entré a la bolsa muy joven, pues yo a los 29 30 años yo dije, bueno y ahora y ahí es cuando llega ese vacío, ¿no? Cuando está uno mejor es que uno dice ¿y qué? ¿a qué? Por eso nace este programa exactamente que nota tal cual, pero mire como llega ¿Para qué? Por eso nace este programa, exactamente. Qué nota, qué nota. Tal cual. Pero mire cómo llega la enseñanza de diferentes maneras. A mí me llegó con un coñazo, el hijueputa. A uno no tiene, yo creo que al final el mensaje es que uno no tiene que tener un coñazo como este porque esto no le pasa a nadie, pero cuando le pasen a uno cosas difíciles en la vida, que todos tenemos problemas, cada uno en su nivel, no es porque me está pasando eso a mí, ni tirarse a la piso y decir que por qué y que yo soy tan de malas, no marica, es para qué, porque yo creo que hay uno, la fortaleza que se pega como ser humano, es muy bravo. O sea, la fuerza que empieza usted a sacar, yo no sé si será adrenalina, no tengo ni idea, pero usted vuelve y se para a 300 o como una bala, pero ya teniendo claro qué es lo que va a hacer. Su misión y su propósito en la vida, ya usted ya lo tiene claro. Y ahí usted, todo fluye, y su propósito en la vida, ya usted ya lo tiene claro, y ahí usted todo fluye todo empieza a fluir en la vida pero obvio a mí me tocó, yo estaba en la zona de confort, o sea, yo no tenía peor de nada o sea, si me entiende, yo estaba la vida perfecta y seguramente hoy estaría igual, pero sin un propósito si yo digo, pues obviamente uno dice, no, pues hubiera preferido que hubiera sido otro tipo de coñazos la separada, la reventada no tantos, o sea ya con esos dos ya pero sí me fortaleció y yo creo que al final todo eso lo construye a uno y lo vuelve a uno más de raco, o sea, para la gente para los hombres, para las mujeres, para todos todas esas pruebas de la vida, hay que agradecerlas, porque lo ponen a uno a pensar, y a pensar en uno mismo también, porque es que al final uno siempre está pendiente, pues eso no quiere decir que uno no va a estar pendiente de los hijos, pero la prioridad siempre es los hijos, cómo les va a pagar el colegio, cómo los va a llevar acá, mi señora cómo la va a tener contenta, cómo va a tener a todo el mundo contento, pero uno se lo olvida a uno. Y yo me acuerdo, pues claro, uno siempre está ahí también pensando en uno, pero uno siempre está aquí, los hijos, que no sé qué. Y después llega uno un tiempo donde uno dice, marica, ¿y yo? ¿Y yo qué? Sí, no, es aborado, bacán. ¿Y yo qué? ¿Qué haces hoy en día por ti que no hacías antes? Uy, de todo. No, no, tengo una vida espectacular. ¿Sí? No, no, no, no. O sea, siempre muy pegado a Dios, o sea, me sacó adelante esta vaina. Sin él es imposible. O sea, tienes una herramienta que es la fe. Ah, sí. Sin él hubiera sido imposible. Ok. Soy, me encanta ir al Santísimo. No me gusta ir mucho a misa porque me aburro, porque hay curas que echan perdón. O sea, cuento muy largo, no tengo nada contra él, nada. Pero sí voy al Santísimo. No me gusta ir mucho a misa porque me aburro, porque hay curas que echan perdón. Cuentos muy largos, no tengo nada contra el Santísimo. Pero sí voy al Santísimo creo que casi todos los días y me pego una conectada tan rico y me entrego. Y la forma de construir también es... ¿Qué es el Santísimo? El Santísimo es un sitio de oración que hay en algunas iglesias, cerca de las iglesias, súper lindo. Ah, ok, no es un lugar específico, sino que hay un Santísimo en las iglesias en general. No, no, esa parte, o sea, es como un oratorio que hay al lado de las iglesias. En la 91, en la 81, yo voy y me encanta porque me pego una conectada increíble. O sea, me di cuenta de lo que realmente es importante en la vida que no lo tenía ando livianito de equipaje pero es que más livianito o sea ando con una maletita así y me voy a todos lados con una maletita así digo que la maleta de prepago le meto de todo huevo cabe de todos una chimba tenía cuatro carros tengo, modelo 81, un Mercedes clásico, la cosa más divina y me lo gozo. O sea, aprendí a vivir ligerito de equipaje, pero el ligero de equipaje no es solamente lo material, el ligero de equipaje de acá. Y este ligero de equipaje de acá me tiene volando en la vida a mí, que era lo que yo estaba luchando. Voy a reestructurar me yo reconstruir me pero todo que reconstruir desde acá como ya eso como existe eso cosa una pregunta en dos partes y cómo te diste cuenta lo que tenías que hacer si como lo ejecutas te como ejecutas ese plan pues me empecé a dar cuenta que todo lo que pesa en la mente, la rabia, los egos, todas estas cosas, eso ha sido un trabajo, hay que meditar y hacer muchas cosas. Tengo que sacarlas y buscarle una respuesta a todo. Cuando pienso malo trato automáticamente, cambia el huevón y piénselo bueno, no lo malo, tan, tan. Entonces me empiezo a liberar de eso, eso digamos es el ejercicio mental. ¿Meditación? Sí, estoy meditando. ¿Meditas? Sí. Ok, continúa. Y entonces cuando ya usted limpia la cabeza y sobre todo trata de pelear con el ego todos los berracos días de la vida, que es una pelea de terror, esa mierda. O sea, el ego es el que le trae a uno todas las tragedias de mierda. Todos los pedos son por el ego. Claro. Todos. Entonces cada vez como que me estoy subiendo mucho digo, hey, baje marica, porque eso es muy obvio controlar, pero lo trato de manejar y eso pues digamos que me ha liberado mucho como ser humano, o sea, me tiene muy livianito de equipaje, muy rico mentalmente, nada me pesa, todo es es bonito veo lo bueno en la gente me disfruto los momentos como antes no lo hacía o sea todo me lo gozo cualquier momento me lo gozo el momento con mis hijos tengo siempre un buen espíritu de voz en este luchador alegre pero reconoces que antes no gozaba si igual las cosas como las cosas ahora la mitad sabía como menos conciencia tal vez como menos menos menos estar presente? Sí, tal cual. O sea, habían 10 mil vainas materiales más, pero no me las gozaba ni cinco. Y ahora me gozo todo 100 veces más. Y agradezco mucho, ¿no? Siempre la gratitud. Soy muy de gratitud. Yo agradezco, pues no sé, a uno como que la vida le empieza a cambiar. Puede que la vida siga igual, pero es como la ve a uno, ya uno la ve diferente, o sea, yo ya tomo los problemas como de pronto unas oportunidades y ya no veo las cosas malas, ni las rabias, ni las envidias y todas esas mierdas que le tira uno el ego en la cabeza, yo ya, pues, obviamente que lo siento, o sea, estoy trabajando todos los días, pero por lo menos cuando lo siento, sé que estoy haciendo algo mal y que tengo que trabajar para eso. Entonces, trato de votar el contrario. Es jodido, ¿no? Una pelea 24-7 con su cabeza todo el día, todo el día. Marica, ¿por qué está pensando lo malo, güey? Voltéelo. No habla y escribe y dice que no hace qué huevo nada. Me doy yo mismo duro. Lo escribe todo el día. Hágalo, huevo. Ah, bueno, sí, otra vez. Uy, marica, otra vez. Pero la verdad me transformó mi vida y puedo decir que hoy en día, a los 58 años que tengo, creo que estoy viviendo el mejor momento de mi vida. El momento más rico de mi vida lo estoy viviendo el mejor momento de mi vida el momento más rico de mi vida lo estoy viviendo ahora claro, lo que pasa es que cuando uno tiene toda esa comadera de mierda a usted medio le sale el sol un poquitico y esa vaina toda es divina ay, ay, ay, salió el sol que delicia así funciona ¿haces deporte? no, juego golf me encanta que acabas de decir que el golf no es deporte. No, no es deporte. Apunte, el golf no es deporte. Salir a caminar y ya. ¿No lo dije yo? Eso no es deporte. Oiga, pero me están dando ganas de empezar a hacer ejercicio también. Pues es parte de la transformación. Voy a mirar a ver si lo logro. Creo que nunca en mi vida me he comprado unos tenis. Sabes que mi papá, mi papá murió desde muy joven, de 65 años, pero mi papá se jactaba de no haber hecho ejercicio ni un solo día de su vida. Eso le costó la vida. Eso le costó la vida. A los 50 años le pusieron cuatro bypasses en el corazón y le dijeron, compadre, aviso número uno, pero aquí le toca cuidar la dieta y hacer ejercicio. Sí, sí, sí. No hizo ni una ni otra. Y mi papá todos los días decía, estoy viviendo extratiempo. Se fue a los 65, pero le decía que el único día de ejercicio que hizo en su vida fue el argentino. Entonces, pues claro, rugby es muy... Entonces, lo metió al equipo de rugby. Y que le pasaron la pelota. Cuando vio a todos los mares viniendo y corriendo, les botó la pelota y se fue. Nunca más. Mi papá decía que, salvo el corazón, pues cuando le empezó a fallar, pero que los médicos le decían, usted tiene articulaciones como de adolescente. Le decían, usted no ha utilizado su cuerpo en su vida, ¿no? Mi papá decía, nunca jamás. Y fue como piloto de carrera hace un tiempo. Pero bueno, más o menos así que, curioso. Para mí sí es una herramienta fundamental. Cuando yo empecé mi etapa de crisis, si no hubiera sido por el ejercicio, yo no sé cómo hubiera sido mi cuento, pero bueno, me encanta porque igual en el golf, a pesar de que no juego, pero hay mucho de conversar, de compartir, hay comunidad. Es como una vida de comunidad. Y la comunidad termina siendo muy importante. Cuéntame de tu comunidad en esos momentos. Me hablaste de tus amigos, pero... Tuve unos amigos divinos, además unos amigos que se aportaron conmigo. Puta, no me soltaron esos manes. Yo tengo un grupo de amigos divino. Y yo siempre he dicho bueno y usted cuando esté viejo ¿qué quiere hacer? le dije no sé ojalá al lado de un campo de golf y al lado de la playa pero con amigos no solo claro con amigos con amigos así vivan en la casa de allá al lado y si no está uno casado ni nada no tiene nada pues se va uno para una vaina de esas de viejos marica delicioso pero con amigos poder parchar, compartir, para mí es importantísimo, ¿sabes? Yo creo que uno tiene que estar con amigos, y botar corriente, y echar cuentos, y si el man ya empieza a echar uno el cuento por quinta vez, uno se le tiene que reír otra vez, y decirle no sea marica, en serio. Y se lo ha contado hace 20 minutos porque si ya lleva hartos whisky entonces ya se lo que bueno marica eso es le echó el cuento otra vez para el sexto cuento este hueón bueno hágale pero como fue al fin es rico es muy importante entonces el momento en el que dices bueno tengo que hacer algo, ¿qué empiezas a hacer? Además, después de las fundaciones, ¿qué empiezas a hacer como sustento? ¿Cómo empiezas a recuperarte? No, pues tuve la ventaja que tenía buenos ahorros. Entonces, ahí me duró. Ok. Pero nada, seguía como tratando de hacer trading también. Íbamos a montar un gesto con unos amigos que estamos ahí pero yo me quite dije no mary que yo pues no sé me dio como dios yo con tanto peor y después pues manejar plata de tercero y no yo prefiero no no no sé pues empecé como hacer negocios como en finca raíz pero pero no, muy, muy, mucho mal. O sea, no, no hubo nada, nada realmente importante. Hacía algo de trading, pero pues no pasaba nada. Y empecé con mi negocio hace como seis meses, en junio. Duré construyendo el local hace como seis meses más, un año, entendiendo. Y estoy dichoso. Dichoso. Volviste como las raíces de la familia. Sí, claro. Me encanta la ropa, me encanta, pues no sé, yo dije, pues si, digamos, si me puedo poner algo chévere, yo ahí puedo hacer mil, para que la gente compre, pues lo voy a hacer. Y me gusta. Entonces estoy con eso, estoy divirtiéndome, estoy pasándola bien. Estoy construyendo, como hablo con mi hijo Felipe, que también es cantante, se llama Felivena, canta súper lindo, entonces me llama, ¿cómo hiciste lo de no sé qué? Entonces hablamos como si fuéramos emprendedores los dos, y de manera que pues somos emprendedores, y Antonio, todos emprendedores, la familia de emprendedores, el Antonio, todos emprendedores. La familia de emprendedores. Todos emprendedores. Con Chientre Penur. Pero ligerito de equipaje, delicioso, tranquilo. Muy rico. Estoy teniendo una muy buena vida, la verdad. Puta. Y el otro día decía, me la merezco. Me parece que he comido mucha mierda. Me la merezco. Compadre, gracias. No, a usted. Gracias por compartir. De verdad, te agradezco mucho. Sin ánimo de ningún tipo de amarillismo, de ningún tipo, sino como un homenaje. Sí. Ya voy. Ay, qué lindo, man. Qué lindo. ¿Cuál? Ay, qué lindo. Pero yo le voy a decir una cosa, que... O sea, usted tiene un don. Y tener ese don de esa sensibilidad y de poder sentir las energías lindas de la gente y ponerle ese corazón que usted le pone eso es un don socio porque tener eso y poder llorar y poder compartir esos momentos tan bonitos eso es un don, tiene que aprovecharlo lo está aprovechando voy a ver cómo hacer para no llorar un día. ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tiene usted, Dani? Uy, Dios mío. O sea, siempre, me acuerdo de muchos porque siempre me abrazaba. Siempre me abrazaba. Siempre me abrazaba. ¿Sabe cuáles son las imágenes? Digamos cuando sueño, que soy tan afortunado que sueño con ella y me acuerdo es el día de la primera comunión, ella con su vestido blanco divina corriendo como una loca ese es el momento, la foto y el video y el todo que tengo en mi cabeza de los momentos más divinos de Dani, es con su vestido de la primera comunión, de pucha, eso es una belleza, es imagen, recuerdo completo, sé que está bien, sé que está mejor que nosotros, Sé que está mejor que nosotros. Pero pues nos tiene bien acá también a nosotros. Es una felicidad muy grande. Ay, qué lindo. Gracias. A usted, mi socio. Bacanzote. Muchas gracias. Bacanzote.anzote vacanzote ay parce gran vacana yo es lo que te digo, yo lloro por la sensibilidad yo no lloro ni para victimizarme ni para victimizar a nadie porque ya una vez uno la vida le muestra, me entiendes que las dificultades están ahí para todos la verdad es que sí, yo soy lliendes? Que las dificultades están ahí para todos y que las vamos. Lo que pasa es que sí, yo soy llorón, o sea, yo a mí, a mí me toca, a mí me toca, me toca. Pero es un don. O sea, marica, cuando uno tiene esa ansiedad, y además le voy a decir una cosa, no hay nada más rico que llorar. Ah, es una delicia. No hay nada más rico que llorar. Bueno, yo lloro, pues lo que le decía, aquí en este programa. Usted creo que ya se le acabaron, o sea, usted ya las lloró. No, marica, es que yo lloré mucho, demasiado. Y hay veces todavía se me sale, pues yo creo que, o sea, ya no lloro, pues que lloré tres años seguidos. Y lloro, pues igual me pego una lloradita por ahí, por ahí tres, cuatro lloraditas al año, sobre todo momentos de una foto que me impacta o un vídeo que me impacta o una canción o un atardecer por ejemplo 31 diciembre que estaba en santa marta que estábamos con antonia y unos amigos el 31 de diciembre estaba cayendo pues nuevamente el 31 de diciembre es una vaina muy brava porque el accidente por el primero de enero y usted usted cambies el chip, manica, porque todos los primeros de enero, pues todo el mundo entregándose, voy a cambiar el chip porque el 31 de diciembre es un día de celebración, o sea, voy a pensar en otro día, no voy a hacer eso, en homenaje a ella, y me fui a, entonces estaba cayendo el atardecer divino y me metí al mar, y me fui hasta el fondo, no, que momento tan divino me pedí una llorada viendo ese atardecer solo delicioso ahí uy, que cosa tan rica o sea, es muy sanador, llorar es muy sanador le limpio el alma dicen que todo se cura con agua salada lágrimas, sudor y el mar. Sí, es verdad. Gracias Lucho, un socio, una felicidad y muchas gracias por haberme invitado, qué rico, qué buen momento, qué rico. De verdad, qué maravilla. Estuvo espectacular. Si te sientes abrumado o perdido en tu camino hacia el bienestar emocional, o simplemente quieres trabajar en ti, en alcanzar tu mejor versión, tranquilo, no estás solo. Celia te conecta con más de 350 profesionales en salud mental y bienestar emocional que pueden guiarte y apoyarte en cada paso del camino. Además, te ofrece recursos gratuitosos como meditaciones guiadas, ejercicios de respiración, diarios de emociones y mucho más. Visita celia.com o descárgate la app y encuentra el camino hacia una vida más feliz y conectada.